Oh Señor, bendice a nuestro presidente y dale mucha salud para que pueda culminar, felizmente, su proyecto socialista-bolivariano en Venezuela y ayudar a otros países de la América a lograr los mismos objetivos. Oh Señor, mejora su salud para que pueda seguir manteniendo a su Padre Terrenal, en la Patria Grande, que tanto ha hecho por él y por nuestro pueblo, Señor. Bendice a su familia, a sus verdaderos seguidores, a su hermano, Oh Señor, Adán, heredero natural de nuestro proceso, Señor. Te lo pedimos en el nombre de la MUD y en el nombre de todos nosotros, los venezolanos: ¡amén!
San Juan 14:13
El Jalabolas
¡Ahora sí que la gata se nos subió a la batea! Hace unos días fue Chávez, ahora le volvió a tocar a Fidel. No salimos de una para entrar en otra. ¿No ha llegado la noticia a Venezuela? Fidel Castro fue internado, urgentemente, con un fuerte dolor en ambos testículos. Se teme que pueda ser un cáncer terminal, ahora sí. Los miembros de la MUD aquí en Miami dieron la noticia y pidieron a todo el pueblo cubano y venezolano de Miami, unirse en oración y en vigilia permanente, para pedirle al Señor su pronta mejoría.
Casualmente, esta tarde, mientras me trasladaba en mi vehículo a comprar un par de arepas en un timbiriche venezolano que nos queda a pocas cuadras de nuestra casa, sintonicé Unión Radio aquí en Miami y logré escuchar al periodista cubano, Ricardo Brown, quien aprovechando unos días de asueto de la Mata Hari, pudo - ¡al fin! – tomar los micrófonos para entrevistar al Doctor Waikiri Guaicamacuto, Director General Sectorial de la medicatura de San Jacinto de Atabapa, en las riberas del Río Culebra, frontera con la hermana república de Colombia, especialista en dolores testiculares. Tuve la oportunidad de grabar la entrevista, la cual transcribo, palabra por palabra, a continuación.
“Doctor Guaicamacuto” – comenzó Brown su entrevista – “tengo entendido que usted es egresado de medicina, bajo la especialización de dolores testiculares, de la Universidad Bolivariana de Venezuela, ¿estoy en lo cierto?”
“¡Cómo no! Me gradué, maxicumpaudem, gracias a mi Comandante, en el tiempo record de cuatro meses y dos semanas. Ahora dirijo la medicatura de mi pueblo, en San Jacinto de Atabapa, un caserío muy querido por nuestros compañeros de las gloriosas guerrillas colombianas” – respondió el galeno con tono de orgullo.
“Díganos algo, Dr. Guaicamacuto” – continuó Brown – “¿ha tenido noticias de las recientes dolencias testiculares del Comandante Castro?”
“Bueno, aquí se ha hablado algo. El Señor Vicepresidente de nuestra bolivariana Asamblea Nacional se acaba de pronunciar al respecto en cadena nacional, asegurando que no es cáncer lo que tiene el compañero Comandante en-Jefe Fidel Castro, más bien pareciara un pasajero dolor de bolas…” – se pronunció el médico de San Jacinto de Atabapa – “yo a él, a nuestro compañero Vicepresidente lo conozco muy bien, porque fue aquí en nuestro caserío donde le construimos su dentadura postiza, la cual – por cierto – como podrán haber notado por un video que corrió en la YurTub, todavía no se la hemos ajustado definitivamente”
Nuestro Vicepresidente de la Asamblea Nacional -
Oremos para que estos señores puedan continuar acompañando, en salud,
a nuestro Comandante En Jefe
“Entiendo, pero dígame: ¿cuáles son las posibles causas de un dolor testicular? – preguntó el Lic. Brown, temeroso de que el tópico se le escapara de las manos, en medio de un posible guaraleo…
“Bueno, las causas de esos dolores pueden ser variadas. Tomando en cuenta el tiempo que nuestro Comandante Chávez lleva en La Habana, los dolores pudieran derivarse de la constante jaladera de bolas por parte de nuestro máximo líder bolivariano…”
“¿Jaladera de bolas? ¿Qué es eso? ¿Pudiera ser más específico?” – le escuché preguntar, tremendamente extrañado, al periodista cubano, compañero de la ahora-famosa Mata Hari. “Sí… creo que ustedes, los cubanos, le llaman guataqueo. Como verá y comprenderá, los testículos son unas glándulas muy sensibles y delicadas, las cuales no deben ser jaladas constantemente”.
“Si, me imagino”, interrumpió Brown, “pero qué consecuencias graves pudiera traer una constante jaladera de bolas, como ustedes le dicen por allá a la acción de guataquear?”
“Usted comprenderá que no tengo en mis manos la manera exacta que ha venido empleando nuestro Comandante Chávez para jalarle las bolas a Castro, por lo tanto no es fácil dar un diagnóstico exacto a distancia. Lo que sí puedo decirle que, dependiendo del estilo de jalar bolas, se pudieran producir menores o mayores daños a la naturaleza del sujeto a quién se le jala sus bolas. Mi especialidad es muy popular en Venezuela, porque aquí, hasta los líderes de la oposición jalan bolas, por los que los dolores testiculares son muy frecuentes dentro del oficialismo... como podrá imaginar”.
“¿Podría ser más específico, doctor, en cuanto al dolor que se rumora sufre Castro? – Sugirió el entrevistador.
“Hasta ahora, lo único que tenemos es la grabación de la cadena que desde La Habana nos mandó la televisión cubana, donde entrevistaron a nuestro comandante en La Mesa Redonda (un espacio televisivo cubano donde la jaladera de bolas es muy común), al día siguiente de su alocución informativa sobre su lamentable cáncer…”
“Entiendo” – acotó Brown de manera complementaria.
Extracto de la cadena de 20 minutos que se transmitió ayer desde La Habana. Se puede apreciar la aberrante e indigna ADORACIÓN del sátrapa por su Padre Terrenal, el Comandante En Jefe de la Patria Grande, Fidel. De no haber habido aportes mil-millonarios, este energúmeno jamás hubiera puesto un pie en Cuba, de la manera en que lo ha hecho. Es, gracias al dinero de todos los venezolanos, que esta sabandija rastrera se ha podido codear con la crema y nata del genocidio mundial... pero él no se da cuenta y cree, de verdad-verdad, que Fidel y Raúl lo aman profundamente. En la corta entrevista telefónica que le hicieran desde "Mesa Redonda" (en la televisión cubana), le dedicó la mayor parte del tiempo, a contar - emocionadamente, cual novia en altar - cómo eran sus relaciones íntimas con Fidel... Fidel... Fidel. Repitió su nombre en más de 30 oportunidades: ¡baboso el tercio! La entrevista completa la pueden bajar de la siguiente dirección: http://www.youtube.com/watch?v=3e2cRnCnfcM. Ahí podrán ver lo bien que está comiendo el convaleciente: cordero, tilapia… lo que jamás ha comido el pueblo cubano en medio siglo. En su verborrea se nota un afán infrahumano por contarle al mundo sus relaciones de “amistad” con Fidel, Fidel para aquí… Fidel para allá: ¡asqueroso! Repite, a la teleaudiencia cubana, el cuento que le metió Raúl sobre las supuestas “Brigadas de Construcciones” en Cuba, cuando las viviendas cubanas, heredadas de la "dictadura", se están cayendo a pedazos. Si Chávez quiere conocer el drama de la vivienda en Cuba, que visite el siguiente blog: http://twittiritiandoenlahabana.blogspot.com/ Uno no sabe si es… o se hace. Comenta Chávez el tema de los nuevos convenios con Cuba: más dinero para la clase opresora cubana. Entre esos mega-proyectos, financiados con el dinero de todos los venezolanos, están – según escuchamos – la reactivación de la refinería de Cienfuegos, el llamado “Polo Petroquímico”, la minería… la producción agrícola, cuando en Venezuela se está importando la inmensa mayoría de lo que consume el pueblo venezolano. Hay que tener mucho estómago para escuchar esta entrevista de principio a fin.
“Hay muchas maneras de jalar bolas, con o sin hacer presión en las glándulas testiculares. No sabemos el grado de emoción que nuestro Comandante haya puesto en cada una de estas sesiones de afecto, pero el peligro podría variar, dependiendo del grado de presión y si se jala hacia abajo o en un movimiento rotatorio de lado a lado. Los testículos están en posición distal con respecto al extracto urinario, por donde corren muchas venitas que llevan la sangre de color roja y la de color azul. Si se jala justo en el momento en que está circulando la sangre roja, no habría mayor problema, pero si la jaladera continúa mientras la sangre de color azul transita por los envoltorios escrotoriales, entonces podríamos estar en presencia de una jaladera de bolas sumamente peligrosa, que pudiera dejar secuelas graves…”
"Porque uno puede jalar, lo peligroso es guindarse; de ahí la famosa advertencia: <jala, pero no te guindes>. No sé si ustedes han escuchado un refrán muy popular en Venezuela, sobre el arte de la jaladera de bolas, en el cual se asegura que es mucho mejor jalar bolas en la sombra, que escardilla en el sol. Por cierto, ahora caigo en cuenta: en Cuba, a la escardilla, le dicen guataca. Interesante, ¿no?" Y por ahí siguió el galeno, en el campo de la habladuría de paja.
"Porque uno puede jalar, lo peligroso es guindarse; de ahí la famosa advertencia: <jala, pero no te guindes>. No sé si ustedes han escuchado un refrán muy popular en Venezuela, sobre el arte de la jaladera de bolas, en el cual se asegura que es mucho mejor jalar bolas en la sombra, que escardilla en el sol. Por cierto, ahora caigo en cuenta: en Cuba, a la escardilla, le dicen guataca. Interesante, ¿no?" Y por ahí siguió el galeno, en el campo de la habladuría de paja.
“Nos queda un minuto, doctor" - le interrumpió, abruptamente, Don Ricardo - "¿Nos podría explicar cuál sería el tratamiento, en caso de que esos dolores del Comandante Castro sean producto de la manipulación excesiva, abusiva, compulsiva, visceral y emocional por parte de Chávez?” – le preguntó Brown a su invitado, quien desde Venezuela – muy amablemente – había aceptado darnos luces respecto de los rumores en torno a la posible y factible dolencia del Padre de La Patria Grande, tomando en cuenta el hermetismo que suele acompañar a estos casos relacionados con la salud de nuestros presidentes y comandantes en jefes... muy particularmente considerando que en este caso se involucran partes tan privadas, como son los testículos.
“Bueno… en primer lugar, tenemos que hacer todo lo posible para que nos regresen, cuanto antes, a nuestro comandante. Su cercanía a Castro es una tentación muy grande, la cual sabemos que él no podrá superar. Una vez que Fidel se libere de tanta jaladera, sus testículos comenzarán a experimentar un gran alivio. Ahora, si la estadía de nuestro presidente en La Habana se prolonga en el tiempo, estaríamos ante un problema sin solvencia inmediata y el Gran Conductor seguirá confrontando sus dolores, los cuales – cada vez – serán más intensos, pudiendo degenerar en lo que nosotros, los especialistas en la materia, llamamos un encojonamiento cronico testicular, de pronóstico reservado”.
“Muchas gracias, doctor. Ha sido usted muy amable”.
Miami 3 de Julio de 2011
Robert Alonso